Érase una vez en Buenos Aires, una familia que deseaba realizar su primer viaje a Estados Unidos para conocer Disney.
Y querían vivir la experiencia de un viaje al estilo “Mi pobre Angelito”: familia numerosa, muchos bolsos, mochilas, niño@s, abuel@, ti@s, padres y madres.
Nada podía malir sal.
Excepto que… para entrar a Estados Unidos se necesitaba visado.
Existen distintos tipos de visas para ingresar a dicho país, pero si deseaban ir de vacaciones por unos pocos días, necesitaban la famosa visa de turismo B1/B2.
La familia comenzó a investigar cómo podían realizar este trámite.
Afortunadamente a Kari y Mau se les ocurrió llevar ell@s adelante la misión. Una misión bastante pesada, por cierto. Y la familia se sintió agradecida.
Cuando una persona hace un trámite de este tipo, siente nervios, ansiedad e inseguridades.
Es un trámite delicado y no es del todo barato.
Temer que puedan rechazarte y perder esa inversión no le cae en gracia a nadie…
Chocarse con la incertidumbre de qué es una cita consular, qué es un agente consular, qué es un DS-160 y muchas preguntas más, tampoco es agradable y cuando menos es motivo de ansiedad.
Y la falta de información era otro punto en contra. A partir del año 2000 se empezó a pedir visa a los argentinos, y no era como ahora que podes googlear y acceder a la información de manera rápida.
En síntesis, no sabías con qué podías encontrarte.
En esto se vieron involucrados Kari y Mau cuando comenzaron el papelerío.
Juntaron los 14 pasaportes (CATORCE) y con paciencia y curiosidad se entregaron a la tarea.
Se sentaron un domingo en el comedor con las dos notebooks, uno al lado del otro, e iban página por página completando todos los formularios (que estaban en inglés).
Así avanzaron y en ese mismo día hicieron todas las solicitudes.
No sin percances. Mau y Kari tienen 3 hijos y dos de ellos, los más peques estaban inquietos y aburridos. Como los padres necesitaban concentración, los mandaron a jugar afuera, al patio porque hacía calorcito.
En un momento viene Bru gritando que su hermana se había accidentado.
Los niños no tuvieron mejor idea que jugar en la vereda a hacer burbujas: detergente + agua + corridas = accidente.
Giuli se había lastimado y tuvieron que volar a la guardia para hacerla atender.
¡Pero no se preocupen!!, todo salió bien y nuestros héroes pudieron volver a casa, con la niña en buenas condiciones, a seguir completando las visas (tenían que completarlas ese mismo día).
Cuando cerraron las notes, Mau miró a Kari y le dijo: “Qué lío es esto, si nos aprueban las visas nos ponemos una gestoría para ayudar a la gente porque esto es imposible”.
Luego, sacaron los turnos, fueron en grupos y los visados fueron todo un éxito.
Las 14 visas fueron aprobadas y se cumplió el sueño de la familia.
La felicidad embargó sus almas, ¡después de tanto papelerío por fin pudieron viajar!
Las visas fueron emitidas en los pasaportes y el trámite llegó a su fin.
Ahí Mau y Kari se dieron cuenta de algo importante: si nosotr@s sufrimos tanto con todo esto, ¿qué mejor que ayudar a que más personas eviten pasar lo mismo? ¿Y por qué no ayudar a más gente a cumplir sus sueños? (como ell@s pudieron hacer).
Sueños de conocer otra cultura, de conocer la cuna de tantos personajes, series, eventos, musicales, películas, comidas, arquitectura, tecnología…
Y así nació USAVISA Travel, como una respuesta a la burocracia, a la falta de tiempo y a lo engorroso de un trámite de este estilo.
¿Por qué somos distintos? Porque nos ponemos y estuvimos en tu lugar y tenemos esa sensibilidad característica que te hace pensar que cualquier operador que te atiende, es en realidad tu amigo o pariente ayudándote con un trámite.
Porque es un trámite lleno de preguntas y necesitas a alguien que sea paciente con tus consultas y que te brinde respuestas personalizadas.
Porque no tenés tiempo y sabes que Kari, Ger, Sofi, Luz, Mau o cualquier miembro de nuestro equipo van a manejar tu solicitud de manera impecable. O que, pese a que sabes cómo hacerlo, queres invertir mejor tu tiempo, teniendo en cuenta que hay profesionales con más de diez años de experiencia en el mercado que pueden solucionar todo por vos.
¿Hay riesgos de rechazos? Lamentablemente si, no todo es un cumpleañitos, pero nosotr@s te brindamos posibilidades, transparencia y sinceridad.
¿Por qué? No hay porque.
Y falta la historia del viaje… pero esa quedará para otro posteo 😀