La arquitectura es parte de la cultura de un país. Se puede conocer o reconocer una ciudad por sus estilos arquitectónicos. El cuidado y el mantenimiento de los edificios es la cara y representación de una sociedad. Pero a veces, la practicidad gana a lo estéticamente bello… o se convierte en otro tipo de belleza.
Y los avances requieren de ciertos sacrificios. Para evolucionar, todo debe mutar.
¿Es posible saltar al futuro eliminando el pasado?
Una cosa es consecuencia de la otra, por lo tanto el hilo es muy fino.
Pero también es cierto que las crisis nos obligan a adoptar otras visiones y a veces no queda mucho remedio más que acoplarse, adaptarse, ser resiliente.
A pesar de lo que la gente pueda observar cuando ve la arquitectura de Estados Unidos (grandes rascacielos, shopping malls o bloques de cemento gris), lo cierto es que hay una historia arquitectónica oculta. Oculta y demolida…
Por muchas décadas, USA fue el hogar de la arquitectura mundial formal neoclásica y neogótica.
Edificaciones como la Biblioteca de la Universidad de Columbia, son ejemplo de la riqueza arquitectónica del país. Construido en 1930, es uno de los pocos edificios antiguos que queda en pie en la actualidad.
Entre lo más destacado de una ciudad, tenemos las terminales de trenes, puntos de bienvenida al turista o extranjero. Es lo primero que vemos al llegar a un sitio: su terminal.
En nuestro país (Argentina) las mismas han sido renovadas en algunas ciudades, porque es uno de los medios de transporte más usado por ser económico, por sus ventajas sobre el tráfico y por la necesidad de movilizar a muchas personas en un (relativamente) corto período de tiempo.
En contraparte, en USA, las terminales de trenes han sido en su mayoría demolidas.
Entre algunas de ellas podemos destacar a:
La vieja estación de Pennsylvania, Nueva York, construída en 1910 y demolida en 1963.
Era uno de los más grandes espacios públicos a nivel mundial.
La creación de ésta terminal permitió el acceso sur de trenes a New York.
Su estilo era Beaux-Arts
Hoy es el: Madison Square Garden.
La Memphis Union Station, en Memphis, Tennesse.
Fue construída en 1902 y demolida en 1969.
El fin de la estación era unir pasajeros y operaciones express en Memphis, principalmente de este a oeste en dicho estado.
Su estilo era Beaux-Arts
La Birmingham Terminal Station, en Alabama.
Fue inaugurada en 1909 y demolida en 1969.
Este imponente edificio era la principal vía de tren de Birmingham.
Su estilo era neo-bizantino,
La Birmingham Terminal Station, fue demolida en 1969 para dar paso a una autopista.
La Chicago Grand Central, en el estado de Illinois.
Fue inaugurada en 1890 y demolida en 1971.
Ésta estación albergó algunos de los trenes más famosos de Baltimore y Ohio, como el Capitol Limited a Washington.
Su estilo era neorromántico.
Y las siguientes estaciones que también fueron demolidas en orden cronológico:
Savannah Union Station, abierta en 1902 y demolida en 1963, para hacer espacio para… ¡una nueva autopista!
Southern Railway Terminal, Nueva Orléans (1908-1956)
Los Angeles’ Central Station (1914-1956)
Y el depósito Fort Street Union, en Detroit (1893-1974)
Como mencionamos al principio, estas demoliciones tuvieron un porqué. Los años de las demoliciones coinciden con un cambio a nivel mundial: guerras y surgimiento de nuevos estilos arquitectónicos más prácticos y con materiales más económicos.
El efecto posguerra tuvo mucho que ver, además de la crisis económica y la necesidad de nuevas autopistas para otro fenómeno en auge: el del automóvil.
Entonces vemos que estas demoliciones al final tuvieron al menos un gran propósito: evolución.