“Lo esencial es invisible a los ojos.”
Se cumplieron 80 años de esta maravillosa obra de arte literario y Nueva York, ciudad donde fue escrita, decidió rendir homenaje al hijo pródigo de Antoine de Saint-Exupéry con una simpática escultura hecha en bronce.
La misma se encuentra en la Quinta Avenida y fue Villa Albertine, una institución cultural francesa, la encargada de inaugurarla.
Fue creada por el artista Jean-Marc de Pas y la podes encontrar en los jardines de la Mansión Payne Whitney, en Upper East Side.
El Principito, esa obra maestra literaria que ha cautivado corazones de todas las edades, fue escrita por Antoine de Saint-Exupéry, un aviador y escritor francés. Nacido en 1900, Saint-Exupéry tenía una conexión especial con el cielo, y esa conexión se refleja en su obra más famosa.
¿Cómo surge “El Principito”?
Durante los años 30, Saint-Exupéry trabajaba como piloto de correo en África, enfrentando los desafíos del vuelo y la soledad del desierto. Durante una de sus travesías, el autor tuvo una experiencia que sembró la semilla de El Principito. Se estrelló en el desierto del Sahara, donde pasó días enfrentándose a la desolación y la supervivencia. Estos eventos pueden haber dado origen a la trama del pequeño príncipe que viene de un asteroide.
Pero… ¿de qué se trata “El Principito?
La historia sigue al aviador perdido en el desierto, quien se encuentra con el pequeño príncipe. Este diminuto visitante proviene de un pequeño asteroide llamado B-612 y ha viajado por varios planetas antes de llegar a la Tierra. A través de su relato, el lector descubre lecciones de vida sorprendentes y filosofías que solo un niño puede comprender.
“El Principito” aborda temas como la amistad, la soledad, la pérdida y el amor, todo a través de la mirada inocente y curiosa del pequeño príncipe. Cada encuentro del niño con habitantes peculiares de otros planetas revela aspectos profundos de la naturaleza humana.
Publicada por primera vez en 1943, la obra se ha traducido a numerosos idiomas y ha vendido millones de copias en todo el mundo. Su encanto atemporal reside en su simplicidad y sabiduría, convirtiéndose en un clásico que trasciende generaciones.
“Lo que embellece al desierto es que en alguna parte esconde un pozo.”
Así, El Principito invita a lectores de todas las edades a sumergirse en un viaje literario lleno de poesía, reflexión y descubrimiento.
En estas épocas en las que nos rodea la incertidumbre, tal vez podamos volver un poco hacia atrás, a la época en la que éramos niños, niñas, y jugábamos sin preocupaciones, nos permitíamos sentir y ser libres en el mundo de la imaginación, sin fronteras. Tal vez, volviendo ahí por un momento a abrazar quienes fuimos, nos devuelva un poco de certeza, de risas y tranquilidad.
¿Qué te parece esta estatua? ¿Y el cuento? ¡Nos encantaría que nos cuentes!