¡Hola Traveler!!
La Estatua de la Libertad es uno de los monumentos más famosos e icónicos de Estados Unidos y del mundo.
Y… es mucho más que una simple escultura de cobre.
Es un símbolo de libertad, independencia y esperanza.
Su presencia majestuosa en la entrada del puerto de Nueva York ha cautivado a millones de visitantes durante décadas y se ha convertido en un ícono de la ciudad.
Desde su inauguración en 1886, la Estatua de la Libertad ha sido una fuente de inspiración y una declaración de los valores fundamentales de Estados Unidos. Es una obra maestra de la ingeniería y el arte que continúa impresionando a todos aquellos que tienen la suerte de verla en persona.
Y ahora, ¿eso qué tendría que ver con su supuesto nombre?
Ahí te explicamos, no seas ansios@.
Libertas era la antigua Diosa Romana de la libertad.
Por lo general, se la representaba con una vara y un sombrero suave, llamado píleo: estos eran símbolos de la libertad en Roma.
Libertas revivió en Europa muchos siglos después. Se convirtió en un símbolo nacional en los Países Bajos, conocida simplemente como la Doncella de Holanda y se la representaba junto a un león.
El sombrero y la vara se mantuvieron, aunque la Doncella a veces tomaba una apariencia más militar.
Libertas se convirtió en un símbolo natural de la Revolución Francesa.
En 1792 se creó un nuevo Gran Sello de Francia con la iconografía de Libertas:
Esta interpretación específicamente francesa de Libertas se conoció como Marianne: aquí estaba el símbolo de una Francia nueva, ilustrada, libre y justa.
Y así, las representaciones de ella comenzaron a aparecer en todos lados, en algunos casos sustituyendo las estatuas de Santa María en las iglesias.
Marianne fue reemplazada en el Gran Sello de Francia por Hércules en 1793, pero su popularidad y legado perduraron, como símbolo de la democracia francesa.
En la revolución de Julio de 1830, Marianne vuelve a tener presencia en la famosa obra “Liberty Leading the People”, donde esta vez, vemos a la doncella empoderada y aguerrida.
En la revolución de 1848 cae el rey Luis Felipe y se establece la Segunda República.
Vuelve a crearse un nuevo Gran Sello (que sigue siendo oficial) con Libertas, o Marianne nuevamente, después de cinco décadas. Ahora el sombrero es reemplazado por una diadema.
En 1865, después de la victoria de la Unión en la Guerra Civil Estadounidense, a un abogado y activista llamado Édouard René de Laboulaye se le ocurrió una idea:
El regalo de una gran estatua de parte de Francia a los Estados Unidos, representando sus ideales compartidos de libertad y republicanismo.
Ambas repúblicas fueron inspiradas con las ideas de Grecia y Roma y compartían su iconografía en algunos sentidos.
Pero este regalo no vio la luz hasta luego de 1870, cuando Napoleón III fue capturado por los prusianos y el Segundo Imperio fue reemplazado por la Tercera República.
Entonces, un escultor llamado Frédéric Bartholdi, que había servido en la guerra, se asoció con Laboulaye…
En la década de 1860, Bartholdi diseñó una enorme estatua llamada “Egipto llevando la luz a Asia”, una representación de una campesina egipcia que llevaba una antorcha, para la apertura del Canal de Suez.
La idea fue rechazada por ser demasiado costosa, pero junto con Laboulaye pudo llevarse a cabo.
En 1875 Laboulaye anunció oficialmente su proyecto, fundó la Unión Franco-Americana y comenzó a recaudar fondos.
En 1879 Bartholdi recibió una patente por su diseño; pero en lugar del sombrero típico de Libertas, eligió la diadema del Gran Sello de Francia.
Y, aunque Bartholdi diseñó la estatua, contó con ayuda de nada más ni nada menos que: Gustave Eiffel.
La estatua, que oficialmente se llama “Liberty Enlightening the World”, se terminó en 1885 después de inmensos esfuerzos de recaudación de fondos en Francia.
En los Estados Unidos, mientras tanto, hubo una campaña igualmente impresionante para recaudar fondos para la construcción de un pedestal.
Todo encajó en su lugar y “Liberty Enlightening the World” se inauguró el 28 de octubre de 1886.
Los sueños de Laboulaye y de Bartholdi, lograron realizarse luego de tanto esfuerzo.
Si bien la Estatua de la Libertad no es Marianne, a raíz de las influencias y la historia de esta ama de la libertad, la conexión es clara y tiene sentido.
¿Qué te parece esta interesantísima historia sobre la Estatua de la Libertad? ¿Pudiste conocerla? Te leemos en comentarios.