¡Hola, amantes de las luces brillantes y el espíritu navideño! Nos sumergimos en la época más maravillosa del año, y si hay algo que marca el inicio oficial de la Navidad en Nueva York, es el impresionante árbol de Navidad en el Rockefeller Center.
El desfile anual: La tradición del árbol de Navidad en el Rockefeller Center se remonta a 1931. Todo comenzó durante la Gran Depresión, cuando los trabajadores que construían el complejo decidieron levantar el ánimo de la ciudad con un espectacular árbol de Navidad. Desde entonces, este gigante iluminado se ha convertido en un ícono anual que atrae a multitudes y despierta el espíritu navideño.
El Árbol Estrella: Cada año, el árbol es seleccionado con cuidado y amor, como elegir el regalo perfecto para tu abuela. ¿Sabías que el árbol promedio tiene aproximadamente 23 metros de altura y pesa alrededor de 12 toneladas? ¡Eso es más grande que la mayoría de los apartamentos de Nueva York!
Del bosque a Broadway: Pero, ¿de dónde provienen estos majestuosos abetos? Los afortunados árboles de Navidad provienen de diferentes lugares cada año, donados por familias generosas que desean compartir su espíritu navideño con el mundo. ¡Es como un casting de árboles para el escenario más brillante del mundo!
Luces, cámara, Navidad: La iluminación del árbol es un evento digno de Hollywood. Con una ceremonia repleta de estrellas, este árbol se ilumina con la energía de miles de luces brillantes y un toque de magia neoyorquina. Desde el mismísimo momento en que se enciende, la ciudad queda envuelta en una atmósfera festiva que solo Nueva York sabe crear.
Datos curiosos para alimentar tu espíritu navideño:
- En 1949, el árbol fue decorado con globos en lugar de luces debido a las restricciones de la posguerra.
- En 1971, el árbol se recicló como astillas de madera después de la temporada para ser donadas a refugios para animales.
Una tradición que ilumina corazones: En resumen, el árbol de Navidad en el Rockefeller Center es mucho más que una estructura iluminada. Es la chispa que enciende la temporada navideña en una de las ciudades más vibrantes del mundo. Así que, si alguna vez te preguntaste dónde reside la verdadera magia navideña, la respuesta es simple: ¡está en el Rockefeller Center!